DEL LIBRO: Arquitectura y urbanismo en las Ordenanzas de Teodoro Ardemans para Madrid. Beatriz Blasco Esquivias. Gerencia de Urbanismo 1992
En relación con las armaduras de madera, Ardemans intento delimitar con precisión
los aspectos más problemáticos de su construcción y montaje. Su escrito
comienza enunciando una medida restrictiva, segun la cual solo los oficiales de
carpintería - de obras de afuera o de taller, puertaventaneros «u otros
ejercicios tocantes a la madera», indistintamente- podrían, por motivos de seguridad,
ejecutar los «tablados» del perímetro de la Plaza. Aclarado este punto, se
daban instrucciones-concretas sobre los tipos de madera a utilizar, sus medidas
y la forma más segura de ensamblarlas para componer un tendido que «se ha de
arreglar al corte, que va aquí demostrado, sin que se innove en cosa alguna»
(pags. 209-212) [Lam. XXXII].
Esta medida origino la protesta
del gremio de carpinteros, que en 1725 considero clamados sus intereses. El
hecho es interesante por la forma en que se resuelve y porque gracias a el
podemos aclarar un párrafo de las ordenanzas que resultaba algo confuso
[17].
A los pocos días de publicarse
la celebración de la corrida, los veedores y repartidores de este gremio
elevaron un memorial al Corregidor Marqués de Vadillo «diciendo que en
conformidad del Capítulo 9 de las ordenanzas que tienen para su régimen ... en
que se previene y manda que todos los tablados que se ejecuten así para fiestas
de taros como para otras funciones Públicas: No los hayan de hacer otras
personas que los Maestros examinados de Carpinteros, por saberlos fortificar y
obviar desgracias ... Y ahora es venido a noticia de los Suplicantes, que ...
con el pretexto del Capítulo 24 de un libro Intitulado Gobierno Político de las
fábricas, dado a Luz por don Teodoro Ardemans ... se quiere pretender que los
carpinteros que llaman de obras de afuera y otros que no son Maestros, ni están
examinados hagan los tablados y demás obra de carpintería para las próximas
fiestas publicadas. Y porque no es justo ... suplican ... se sirva mandar, que
ninguna persona que no sea Maestro examinado de Carpintero, pueda hacer ni
ajustar con los dueños de los claros tablado ni tendido alguno ... ». A
requerimiento del corregidor, Ardemans aclaro que su «animo ni lo que dice la
ordenanza, Capítulo 24, no es guitar al gremio de Carpinteros que tomen por su
cuenta tablados, sus nichos y tendidos, sino que los oficiales que llamaren
para armar dichos tendidos sean carpinteros de obras de afuera, que éstos están
más expertos en la fortificación que los carpinteros de taller de puerta de
calle y de éstos que fuere hábil también puede trabajar como si también hubiere
puertaventaneros.
[17] Concretamente es el que
otorga a los carpinteros la facultad de hacer los tablados con exclusividad de
otros oficios: «Que los que armaren los tablados de la Plaza mayor de Madrid,
solo sean Carpinteros, oficiales hechos de obras de afuera, y también oficiales
de taller, y si hubiere Puertaventaneros, u otros ejercicios tocantes a la
madera, que los tuvieren por su cuenta, estos solo se han de valer para
hacerlos, de oficiales Carpinteros de obras de afuera» (pag. 209). Con estas
palabras de Ardemans entendíamos que cuando alguno de los tablados a cuyo
disfrute podía concursar el público fuese adquirido por puertaventaneros
«u otros ejercicios tocantes a la madera», también deberían recurrir a personas
peritas en carpintería de armar o de afuera para levantarlos, no pudiendo
hacerlo por ellos mismos.
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