Agradeceríamos que nos pudiérais ayudar a conocer cuál es la norma que regula este tipo de materiales respecto a
requisitos y marcado CE.
Estamos valorando comercializar un producto formado por un tablero MDF con foam y MDF rechapado con chapa de
madera natural en las 3 caras.
Vemos como posible la UNE EN
14915:2013+A2, sin embargo esta norma habla de madera maciza, no menciona MDF.
RESPUESTA.
No hay ninguna normativa vigente que yo conozca aplicable al
producto que me describes. Suele ser relativamente frecuente que cuando se
desarrolla un producto novedoso y más o menos complejo suceda que no hay
normativa aplicable. Sobre todo cuando se trata de combinaciones de materiales
diferentes aplicados de una forma especial (como es el caso) es difícil que
haya normativa. En estos casos las empresas, para disponer de algún tipo de
certificación suelen apoyarse en otras vías como son los documentos de idoneidad
técnica (DITS a nivel nacional que en España desarrollan el Instituto Eduardo
Torroja ICCET en Madrid y el ITEC en Cataluña) o su equivalente europeo (DITE).
Por otra parte al no haber normativa aplicable ni normativa
armonizada (norma de marcado CE) no se puede hacer marcado CE de este no se
puede pedir.
La norma que citas efectivamente es la de frisos y falsos
techos de madera maciza y no sería en absoluto aplicable a vuestro producto, no
obstante en dicha norma se ofrece un paquete de propiedades y de ensayos que
probablemente si se puedan aplicar a vuestro producto (si no todos algunos de
ellos) y que podrían aportaros un dossier de propiedades para la
comercialización del producto, para la elaboración de una ficha técnica o para
entregar en las licitaciones de las obras o a vuestros clientes.
Entre las propiedades que yo analizaría en vuestro producto
estarían:
La reacción al fuego
El aislamiento acústico
La conductividad térmica
Las propiedades de
geometría (rectitud de cantos, planitud general y local, tolerancias
dimensionales en grosor, anchura y longitud, escuadría etc.)
Información sobre el
sistema de anclaje que recomendáis y alguna prueba de resistencia de este
Algunos otros ensayos
relativos a la resistencia del recubrimiento tales como la resistencia a
la abrasión, al rayado, al manchado por productos domésticos, al lavado
etc.
El lijado es la eliminación de imperfecciones, antes de pintar y/o entre una aplicación de pintura y otra, de la superficie de paneles de diferentes tamaños y formas, previamente calibrados
PREMISA
La secuencia de calibración/lijado es importante, ya que si se realiza una operación de calibración, el lijado posterior se facilitará enormemente. El lijado debe realizarse con bandas abrasivas de grano más fino que las de calibración y podemos dividirlo en dos fases esenciales: – lijado de la pieza en bruto (dividido en lijado y acabado); – Lijado de superficies pintadas.
LIJADO DE LA SUPERFICIE EN BRUTO
La calidad de la superficie de un panel es necesaria para satisfacer las siguientes necesidades (ver figura 1): – eliminar pequeñas imperfecciones superficiales o defectos de manipulación (arañazos, presencia de pegamento, tiras de papel); – crear una apariencia externa que sea hermosa al tacto y a la vista, esencial para la presentación estética del producto; – aplanar y limpiar las superficies, para eliminar cualquier defecto en la madera, como nudos o vetas demasiado acentuadas; – limitar el levantamiento de la pila en la operación de pintado posterior, para obtener una absorción correcta y uniforme de las pinturas; – Hacer que el panel sea uniformemente rugoso con cinta de grano fino, para permitir la absorción correcta y uniforme de la pintura, con una buena adherencia de las pinturas de imprimación (una superficie bien acabada necesita un recubrimiento más bajo, con pintura de imprimación, que una superficie rugosa).
Las partes más comúnmente sometidas a la operación de lijado de la superficie en bruto, antes de pasar a cualquier fase de pintura o barnizado, son las siguientes (ver figura 2): – paneles planos para muebles de madera maciza; – paneles planos para muebles revestidos con chapa; – paneles planos para muebles revestidos de melamina; – puertas interiores revestidas con chapa; – puertas interiores y exteriores de madera maciza; – parquet de madera maciza preacabado; – lamas para revestimientos; – partes de sillas de madera maciza; – puertas de muebles de madera maciza; – puertas revestidas con chapa; – Ventanas y accesorios en madera maciza.
Actualmente, la difusión de los paneles chapados es casi universal; Las chapas de chapa suelen tener espesores muy bajos (0,3-0,4 mm), lo que hace que la operación de lijado sea especialmente delicada (véase la figura 3).
Además, el panel de aglomerado o nido de abeja que soporta la chapa a menudo tiene deformaciones y tolerancias que pueden crear riesgos de eliminación total de la chapa durante la operación de lijado (ver figura 4).
Incluso en el procesamiento de los componentes de muebles llamados "económicos", a veces se debe lijar la superficie cubierta con papel impregnado, dependiendo del ciclo de pintura posterior. El lijado de superficies de madera maciza, que no implica los riesgos de "ruptura" posibles en superficies más delgadas, tiende a resaltar la diferente dureza de la madera entre los anillos de crecimiento de otoño y primavera, lo que provoca una superficie irregular, que la pintura no podrá mejorar.
LIJADO DE LA SUPERFICIE PINTADA
Se trata de la operación de eliminación de las imperfecciones superficiales después de la primera aplicación de pintura o después de aplicaciones intermedias (en cualquier caso antes de la aplicación final). Cuando se pinta un panel con la primera capa, inevitablemente se producen imperfecciones, por lo que es necesario lijar la superficie pintada de un panel antes del acabado para satisfacer las siguientes necesidades (ver figura 5): – eliminar los defectos de manipulación (arañazos); – obtener un aspecto uniforme de la superficie (efecto "satinado"); – aplanar crestas y depresiones debido a la distensión más o menos regular de la película de pintura; – eliminar las irregularidades causadas por el lifting del cabello; – permitir una adherencia correcta y uniforme de la pintura de acabado posterior; – eliminar los grumos de polvo (debido al exceso de pintura pulverizada); – Dar opacidad a la superficie.
El uso de la lijadora es necesario para varias fases intermedias de procesamiento, que incluyen: lijado de la primera capa de masilla, nuevo lijado de la segunda capa y, en general, antes de cada capa para terminar. Por lo general, los siguientes productos deben lijarse entre una aplicación de pintura y otra: – paneles planos para muebles; – puertas interiores y exteriores; – parquet preacabado; – lamas para revestimientos; – partes de sillas; – puertas de muebles; – Ventanas y accesorios. El lijado de superficies pintadas (también llamado lijado) debe realizarse con máquinas caracterizadas por la máxima precisión de procesamiento. Es difícil, teóricamente, poder establecer todas las aplicaciones de estas máquinas, ya que los casos difieren según el tipo de producto de pintura a lijar, pero también según el mismo ciclo de acabado; De hecho, como es bien sabido, los tipos de pinturas que se utilizan como imprimaciones son numerosos, mucho más que los acabados. Sin embargo, es una buena idea lijar después de aplicar los siguientes productos: masilla de relleno en preparación para una operación de impresión posterior; imprimación, independientemente del tipo de pintura utilizada (nitrocelulosa, poliuretano, acrílico, poliéster, poliéster, poliacrílico, etc.), y en cualquier tipo de ciclo de poliéster parafina, antes de las operaciones finales de pulido y abrillantado. Por otro lado, los tintes aplicados directamente a la madera no deben lijarse.
LIJADORA Y UNIDADES OPERATIVAS
La cualidad fundamental de una lijadora consiste en la capacidad de obtener el mejor acabado del panel, compatible con el grano abrasivo utilizado, trabajando con precisión y al mismo tiempo con extrema delicadeza. La lijadora también debe tener excelentes cualidades en todos los aspectos: – máxima seguridad y fiabilidad mecánica; – gran flexibilidad, tanto en lo que se refiere al tipo de material a lijar como a las posibles tolerancias entre un panel y otro; – extrema sensibilidad en el seguimiento de las irregularidades de la superficie, sin atacar ni siquiera las capas muy finas de material precioso; – Variabilidad de los parámetros de procesamiento, para permitir su adaptación a las condiciones de trabajo más extremas. Además, la lijadora debe funcionar de la forma más suave posible sin necesidad de ajustes constantes. Por esta razón, se aplica la mejor tecnología para hacer que la maquinaria sea altamente flexible, en particular con la electrónica, conectada a dispositivos mecánicos muy precisos. En el lijado de superficies planas se utilizan esencialmente tres unidades operativas, a las que se pueden acoplar discos abrasivos y/o cepillos: – el rodillo lijador; – la zapata de lijado longitudinal; – la zapata de lijado transversal.
El rodillo de lijado El rodillo de lijado de contacto (ver figura 6) consta de un núcleo cilíndrico de acero con un revestimiento de goma. Las siguientes variables tienen una influencia significativa en la calidad del lijado: – diámetro del rodillo de lijado; – dureza del recubrimiento engomado; – tamaño de la ranura; – ángulo de la ranura. El diámetro del rodillo depende tanto de la tolerancia de planitud del material a lijar como de la calidad del acabado. Un rodillo de mayor diámetro es más adecuado para acabados de alta calidad, mientras que un rodillo más pequeño es más eficaz para eliminar y mantener la planitud.
La única excepción está representada por el mecanizado de marcos con piezas con una veta transversal con respecto a la dirección de avance (por ejemplo, puertas gofradas en madera maciza): en este caso, se convierte en una prioridad asegurar un rayado lo más corto posible (por lo tanto, tiende a ser invisible) en la parte transversal, y esto es ciertamente posible con el uso de un rodillo de pequeño diámetro (ver figura 7).
Examinamos los rodillos A, B y C con diferentes diámetros (ver figura 8) y consideramos constantes los siguientes parámetros de funcionamiento: – presión de trabajo; – velocidad de la banda abrasiva; – el grano de la banda abrasiva utilizada; – material a lijar; – dureza de la superficie engomada de los rodillos. De ello se deduce que cuanto más grande es el rodillo, más suave es el resultado del lijado, mientras que cuanto más pequeño es el rodillo, más agresivo es (y, por lo tanto, capaz de eliminar material). La dureza del recubrimiento de goma puede variar de 18 a 90 shore. A 18 shore el caucho es muy blando, a 90 shore es muy duro (la medición de la dureza, como es bien sabido, se calcula en shore; se mide con un dispositivo especial con punta de diamante, fácilmente disponible en el mercado).
La elección de la dureza del recubrimiento de caucho del rodillo depende de la cantidad y calidad del material a lijar, así como de la calidad del acabado (ver figura 9).
Un rodillo recubierto de caucho de alta dureza es ciertamente más eficaz y preciso para arranques de material elevados, en comparación con un cilindro recubierto de caucho blando, que es más adecuado para operaciones de acabado. Examinamos los rodillos A, B y C con recubrimiento de caucho de diferente dureza (ver figura 10) y consideramos que los siguientes parámetros de funcionamiento son constantes: – presión de trabajo; – velocidad de la banda abrasiva; – el grano de la banda abrasiva utilizada; – material a lijar; – Diámetro de los rodillos de lijado. En primer lugar, podemos comprobar que la superficie de contacto es mayor con el rodillo recubierto de goma blanda que, con la misma presión ejercida, tiende a aplastar más, por lo que podemos sacar la siguiente consideración: la profundidad de las ranuras de lijado es proporcional a la dureza del rodillo de lijado. La superficie de goma del rodillo de lijado tiene ranuras helicoidales para permitir que la banda de lijado se enfríe. Por lo tanto, la capacidad de arranque (agresividad) no solo es directamente proporcional a la dureza del caucho, sino también al tamaño e inclinación de las ranuras, ya que estos elementos favorecen o no el aplastamiento del caucho. Se puede decir, en aras de la claridad, que la influencia del tamaño de las ranuras y el ángulo de las propias ranuras dan resultados operativos muy importantes y diversificados.
Examinamos los rodillos A, B y C, con diferentes inclinaciones de las ranuras helicoidales (ver figura 11) y consideramos constantes los siguientes parámetros de funcionamiento: – presión de trabajo; – velocidad de la banda abrasiva; – el grano de la banda abrasiva utilizada; – material a lijar; – dureza de la superficie engomada de los rodillos; – Diámetro de los rodillos de lijado. Podemos sacar la siguiente consideración: cuanto más abierto sea el ángulo del helicoide, mayor será la capacidad de absorber tolerancias en la planitud; Cuanto más abierta esté la esquina del helicoide, más suave será el resultado del lijado.
Examinemos los rodillos A, B con diferentes relaciones vacío/lleno de las ranuras helicoidales (ver figura 12) y consideremos que los siguientes parámetros de funcionamiento son constantes: – presión de trabajo; – velocidad de la banda abrasiva; – grano de la banda abrasiva utilizada – material a lijar; – dureza de la superficie engomada de los rodillos; – diámetro de los rodillos de lijado; – Inclinación de las ranuras helicoidales. Podemos llegar a la siguiente conclusión: cuanto menos anchas sean las ranuras, más suave será el resultado del lijado. Por lo tanto, la agresividad, o capacidad de eliminación, es directamente proporcional a la dureza del caucho de recubrimiento del rodillo de lijado y al tamaño (en ancho) de las ranuras helicoidales. Por lo tanto, la agresividad, o tasa de arranque de material, es inversamente proporcional al diámetro del rodillo de lijado y a la inclinación de las ranuras helicoidales. Los granos de polvo de lijado que se encuentran en el área de contacto, mientras la máquina está funcionando, pueden penetrar en el espacio entre la banda de lijado y el rodillo de lijado, causando rasguños profundos en el panel. Por esta razón, las ranuras helicoidales son indispensables, ya que, además de enfriar la banda abrasiva, actúan como un "contenedor" móvil para el polvo de lijado, que se descargará lateralmente debido al efecto del movimiento helicoidal.
Soy instalador de suelos y revestimientos de madera y composites. Os escribo para consultarte acerca del certificado EPD
EN-15804.
Me comentan que en otros países ya es exigible y no sé si en
España esta en vigor, es obligatorio o que consideraciones tiene. Tampoco a que
productos es aplicable si al producto principal o también a los accesorios.
¿Hay alguna bibliografía que pueda consultar sobre esto?
RESPUESTA.
Buenas tardes. Lo que te están pidiendo es lo que se llama una Declaración
Ambiental de Producto (DAP) de acuerdo con la norma de referencia que establece
las reglas para las declaraciones ambientales de los productos de construcción.
(existen otras normas para las DAP de otros sectores productivos).
Una DAP en el sector de la construcción es un documento
donde se reflejan los impactos ambientales a la atmósfera, al suelo y al agua
que tiene la fabricación de un producto desde la “cuna” hasta la “tumba”, es
decir hasta sus fases finales de reutilización, reciclaje o destrucción.
Los impactos más comunes son el CO2, el consumo energético
total, el consumo energético no renovable y renovable, el potencial de
acidificación de eutrofización, de destrucción de la capa de ozono etc. etc.
Cada impacto se mide con unidades propias.
Para llegar a obtener una DAP de un producto de construcción
hay que realizar un enorme trabajo de consultoría mediante lo que se llama un
Análisis del Ciclo de Vida del producto. Se trata de un trabajo de consultoría
muy especializado que no se puede improvisar de un día para otro. Como este
trabajo es tan grande y caro, en algunos sectores productivos realizan DAPS
sectoriales (como por ejemplo hizo el sector del hormigón hace unos años).
Si quieres hacer algo en esta línea no te aconsejaría que lo
abordes por tu cuenta sino que consultes con alguna empresa especializada de
consultoría (hay muchas).
Si quieres profundizar más en lo que es una DAP consulta el
Google, Declaración Ambiental de Producto y veras que hay bastante información.
Os escribo para consultare acerca del certificado EPD
EN-15804.
Me comentan que en otros países ya es exigible y no se si en
España esta en vigor, es obligatorio o que consideraciones tiene. Tampoco a que
productos es aplicable si al producto principal o también a los accesorios.
¿Hay alguna bibliografía que pueda consultar sobre esto?
RESPUESTA.
Buenas tardes. Lo que te están pidiendo es lo que se llama una Declaración
Ambiental de Producto (DAP) de acuerdo con la norma de referencia que establece
las reglas para las declaraciones ambientales de los productos de construcción.
(existen otras normas para las DAP de otros sectores productivos).
Una DAP en el sector de la construcción es un documento
donde se reflejan los impactos ambientales a la atmósfera, al suelo y al agua
que tiene la fabricación de un producto desde la “cuna” hasta la “tumba”, es
decir hasta sus fases finales de reutilización, reciclaje o destrucción.
Los impactos más comunes son el CO2, el consumo energético
total, el consumo energético no renovable y renovable, el potencial de
acidificación de eutrofización, de destrucción de la capa de ozono etc. etc.
Cada impacto se mide con unidades propias.
Para llegar a obtener una DAP de un producto de construcción
hay que realizar un enorme trabajo de consultoría mediante lo que se llama un
Análisis del Ciclo de Vida del producto. Se trata de un trabajo de consultoría
muy especializado que no se puede improvisar de un día para otro. Como este
trabajo es tan grande y caro, en algunos sectores productivos realizan DAPS
sectoriales (como por ejemplo hizo el sector del hormigón hace unos años).
Si quieres hacer algo en esta línea no te aconsejaría que lo
abordes por tu cuenta sino que consultes con alguna empresa especializada de
consultoría (hay muchas).
Si quieres profundizar más en lo que es una DAP consulta el
Google, Declaración Ambiental de Producto y veras que hay bastante información.
Somos fabricantes de puertas. Un cliente nos solicita el siguiente certificado para mi
puerta de entrada blindada: Certificado grado 3 efracción para puerta blindada.
UNE EN 1627 (Puertas peatonales, ventanas, fachadas ligeras, rejas y persianas.
Resistencia a la efracción. Requisitos y clasificación).
¿Sabes si nuestra puerta cumpliría con esta
certificación? Te paso dibujo de la composición:
¿Tendríamos que realizar ensayo y certificarlo en
laboratorio?
¿Este certificado se exige para una puerta de entrada
blindada para entrada de piso interior?
RESPUESTA.
La resistencia a la efracción o resistencia al forzamiento
es un sistema de clasificación de las Unidades de Hueco de Puerta con
características mejoradas de resistencia (lo que en el mercado se denomina como
puertas reforzadas, acorazadas, blindadas etc.). Este sistema incluye 5 grados
de los cuales el 1 es el más básico y el 5 el más “duro”. Esta clasificación se
consigue pasando una serie de ensayos de los cuales el más importante es el que
se realiza con herramientas manuales.
Una Hoja de puerta por si misma no puede tener una
calificación porque la resistencia del hueco completo depende (como en el caso
de cualquier puerta con propiedades especiales resistentes al fuego, térmicas,
acústicas etc) del conjunto de hoja, + cerco + herrajes + instalación.
PREGUNTA.
Le comenté nuestra conversación a nuestro gerente y a
nuestro comercial, y me han pedido, que si sobre ese estudio que me comentastes
si existe algún artículo publicado.
RESPUESTA.
Se trata de un estudio muy antiguo realizado por la OCU hace más de 15 años. Las conclusiones solo se
publicaron de forma muy genérica en un artículo de su revista, pero no se
publicaron datos técnicos sobre las estructuras de puerta ensayadas, los
detalles particulares de los ensayos o prestaciones o características de las
puertas ensayadas u otros aspectos técnicos que me imagino que es lo que sería
interesante para vosotros.
De
todas formas voy a tratar de contactar con la OCU con el que hablamos del asunto a ver si fuera posible al
menos recuperar la revista o el artículo.
Somos un almacenista de maderas. Hemos suministrado en el año 2021, una tabla de Iroko de
130 x 26 mm que hemos serrado de cuadradillo y posterior secado y se vendió así
en tabla de 130 x 26 mm, me piden ahora el marcado CE de esta tabla.
La
pregunta sería si esto llevaría marcado CE, puesto que no es producto terminado
es una tabla aserrada….de cuadradillo a tabla y secado.
RESPUESTA.
Si la tabla no esáa comercializada como producto de
carpintería para utilización en construcción de forma permanente tal como suelo
de madera, revestimiento etc., no se sabe el fin ultimo que le pueda dar
vuestro cliente y por tanto no puede llevar (ni se le puede pedir) marcado CE.
Por otra parte, la madera aserrada sin más no lleva marcado
CE, solamente cuando se utiliza como producto de construcción con una función
resistente y en ese caso suelen ser escuadrías muy superiores.
Soy aparejador. Necesito saber si existe alguna norma que establezca la holgura máxima que debe
existir en una puerta de entradada a vivienda. No es una puerta RF, es una
puerta de madera maciza (DM con una chapa y cerco de DM acabado roble. Gracias.
RESPUESTA.
Buenas tardes. En relación con su consulta le indico a continuación
información al respecto.
Las medidas del hueco de puerta que se indican en la
norma UNE 56802 “Unidad de hueco de puerta de madera. Medidas y tolerancias”.
La anchura del hueco entre galces del cerco será la
correspondiente al ancho nominal de la hoja + 3 mm
La altura del hueco entre el galce superior del cerco y
el suelo será igual a la altura de la hoja + 4 mm
Tolerancias:
Sobre la anchura del hueco se admite una tolerancia de
± 1 mm y sobre la altura del hueco se admite una tolerancia de ± 2 mm
Ejemplo:
Si las medidas nominales de la hoja son de 2030 mm de
altura y 725 mm de anchura, las medidas del hueco deben ser:
Anchura= (725 + 3) ± 1 mm, es decir debe estar
comprendida entre 727 y 729 mm
Altura = (2030 + 4) ± 2 mm, es decir debe estar
comprendida entre 2032 y 2036 mm
Es decir, en el mejor de los casos tendríamos un total de
6 mm para “jugar” con la altura del hueco y de 4 mm para jugar con la anchura
del hueco.
Una vez montada la hoja no hay establecida una tolerancia
para la holgura respecto al suelo y los 6 mm podrían repartirse de diversas
formas:
a) 2 mm arriba y 4 mm abajo (lo más lógico)
b) 3 mm arriba y 3 mm abajo
c) 5 mm arriba y 1 mm abajo (muy raro pero dentro de lo
posible y dentro de norma)
etc...
Lo normal es que la holgura se reparta de forma que
siempre haya más abajo que arriba.