martes, 17 de octubre de 2023

Antoine-Rémy Polonceau, pionero de la madera laminada en su puente Carrusel (1834)


El puente carrusel fue construido por el ingeniero Antoine-Rémy Polonceau entre 1831 y 1834 comunica la Isla de Francia con el Palacio del Louvre atravesando el Sean. Su compleja estructura de hierro fundido y madera lo convirtió en una obra innovadora en el momento de su inauguración.

El perfil tubular de fundición estaba relleno de madera laminada con betún el cual pegaba las tablas y a la vez protegía la madera de la pudrición. Estas “vigas” curvas se cerraban con dos perfiles de función roblonados.

La sección utiliza el principio de secciones de medio tubo para formar el tubo del arco o “servilleteros” -como se les llamó en su momento- entre el arco y el tablero del puente, que trabajan, tanto de conectores como de amortiguadores del peso y amortiguadores de las vibraciones del puente.

Los perfiles resultantes eran por tanto más ligeros que si fueran de macizos y alcanzaron una luz inusual para la época: 131 m de luz.

Según Polonceau, el uso de este tipo de vigas para los arcos del puente ayudaba a evitar refuerzos (ahorro de metal).

Esta obra maestra de ingeniería y arquitectura excepcional estaba formada por tres arcos iguales, cada uno formado por cinco arcos compuestos de madera y hierro fundido, que soportaban una plataforma de madera. 

Estos tres arcos metálicos rebajados tenían un vano de 47 metros, descansaban sobre dos pilas de cuatro metros de espesor y sobre los estribos del banco. 

Se construyó en 14 meses y con un coste muy inferior a los puentes de piedra (800.000 frente a los 2,5 millones de francos de los de piedra).

Pero sobre todo se trató de una nueva concepción de las obras de arte y un nuevo método de construcción, con el tensado de los arcos, la utilización de lo que luego se llamaría madera laminada encolada en el interior de las dovelas de hierro fundido, y la instalación.


Los arcos y las "servilletas"
El principal problema de esta solución era constructivo, la dificultad de fabricar este tipo de piezas. Polonceau es consciente y encontró una solución ingeniosa con la ayuda de Emile Martin, ingeniero y director de la fundición de Fourchambaut. La solución consistente en realizar los arcos ensamblando tramos de semi-tubos tiene la ventaja de permiten una producción sencilla y de alta calidad de piezas. 

Sección de las vigas curvas

Más información sobre este puente en el siguiente PROGRAMA de RTVE:

https://www.rtve.es/play/videos/maravillas-de-la-arquitectura-francesa/maravillas-arquitectura-francesa-puentes-paris-patrimonio-descubierto/6990893/


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