PREGUNTA
¿Qué precauciones habría que tener al colocar una fachada de madera o de tablero contrachapado?
RESPUESTA
En la instalación de fachadas de madera maciza y de tablero contrachapado sobre los muros exteriores (fachadas de madera) se pueden adoptar las siguientes precauciones:
‒ En el caso de utilizar tableros contrachapados, estos deberán ser de la clase “calidad de encolado: exterior”. Antes de instalarse deben acondicionarse y protegerse de la lluvia y de la suciedad durante su almacenamiento. En el momento de colocarse deben tenerse en cuenta sus cambios dimensionales (los tableros contrachapados incrementan su longitud en 1 mm/m cuando el contenido de humedad se incrementa un 10 %. Un tablero de 15 mm se hinchará aproximadamente 0,5 mm cuando su contenido de humedad se incrementa en un 10%). Si los tableros contrachapados se mecanizan en obra, los bordes que se corten deben volverse a sellar con pintura o productos especiales.
‒ La última pieza de madera o tablero más cerca del terreno deberá situarse a una distancia igual o superior a 20 cm (de 30 a 50 cm según otros autores). De esta forma se evitará la salpicadura de la lluvia y que la vegetación o la nieve pueda obstruir la circulación del aire e impedir una correcta ventilación de la pared.
‒ Las piezas se colocarán separadas del muro mediante rastreles. Si se eligen rastreles de madera, estos deberán protegerse en profundidad. Se dispondrán de tal forma que no formen líneas continuas, tanto si se colocan vertical como horizontalmente, ya que así favorece la ventilación por la parte interior del recubrimiento. La separación recomendada entre rastreles es de 50 cm (máximo 60 cm). Su espesor debería ser igual o superior al de las tablas o tablero y su ancho 2 veces el espesor de los mismos. La profundidad mínima de la cámara de aire debe ser 20 o 25 mm.
‒ Las piezas de madera, tanto si se colocan en vertical como en horizontal, y los tableros que forman el revestimiento deberán estar biselados o con los bordes redondeados tanto en su parte superior como en la inferior. De esta forma se consigue que no se acumulen las gotas de lluvia. Otras alternativas son mecanizar la pieza para darles cierta pendiente, en parte o en toda la pieza, o colocar las piezas del entablado inclinadas y solapadas entre sí, con lo que se consigue crear una pendiente para que escurra el agua.
‒ Si las piezas de madera son muy largas se aconseja realizar dos ranurados paralelos en la cara no vista, con el fin de absorber los movimientos de la madera. La profundidad de los rebajes suele ser de 1/3 del espesor de la pieza.
‒ Se recomienda dejar una separación entre las piezas de madera del revestimiento, tanto si se colocan vertical como horizontalmente, para facilitar el movimiento producido por el cambio de las condiciones ambientales (temperatura y humedad relativa del aire). Cuando las piezas de madera se colocan horizontalmente y solapadas o montadas entre sí solamente se debería fijar el borde superior y dejar libre el borde inferior. De esta forma, al igual que antes, se consigue que la madera se pueda mover libremente.
‒ Para la fijación de las piezas a los rastreles se utilizarán clavos, tornillos o grapas resistentes a la corrosión (de acero inoxidable, galvanizados en caliente o similar).
‒ En las uniones horizontales entre tableros algunos instaladores aconsejan dejar una holgura de, aproximadamente, 10 mm, y se recomienda proteger la unión con goterones o solapes. Los goterones pueden ser de maderas resistentes a la humedad, vierteaguas de madera o de metal, o chapas metálicas en forma de tiras. Cuando se utilicen goterones se debe dejar una separación de 10 mm entre el goterón y el canto del tablero. Las uniones verticales se sellan con productos de relleno de poliuretano de un sólo componente o se protegen con tapajuntas de madera pintada o con otros productos resistentes a la humedad en forma de tiras. El sellado debe realizarse siguiendo las instrucciones del fabricante del producto.
‒ En las uniones horizontales y verticales de tableros algunos instaladores recomiendan la colocación de una madera de gran durabilidad natural, la colocación de un perfil o tapajuntas metálico o de plástico especialmente diseñado para este fin o su sellado con un producto adecuado.
‒ Una zona especialmente peligrosa para los revestimientos de madera maciza y de tableros contrachapados son los encuentros de las esquinas. El objetivo es proteger los cantos de la madera aserrada o de los tableros mediante forros de esquina que son más resistentes que las esquinas unidas en inglete. El canto o los bordes de todos los tableros que se corten deben volverse a sellar con sumo cuidado.
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