PREGUNTA.
Buenas tardes. Tal y como hablamos, te adjunto las fotos de la instalación de decking puesta en una ciudad de México.
Como te comentamos por teléfono, cuando le mandamos el material, lo tuvo 2 meses dentro del contenedor en el puerto sin retirar, con temperaturas que superan los 40ºC (en el exterior……..) y una elevada humedad.
Nos da la sensación que es una
persona que no tiene ni idea de madera (pues se queja por cosas completamente
normales), y que no sé si se creó unas expectativas fantasiosas que
evidentemente no se han cumplido (ni con la madera de castaño, ni con otra madera
sometidas a unas condiciones tan extremas). No sabemos lo que vendió a la
propiedad, ni en que se comprometió (pero pensamos que nada real), pero ahora
está teniendo problemas con ella y nos los quiere trasladar a nosotros.
Nos ha llegado a decir que la madera tenía un problema de secado... que si no podía aparecer ninguna grieta (estamos hablando de un decking, no de tarima de interior), etc…..Puede haber un 2% de las tablas que tienen algún defecto excesivo, pero no más (le hemos propuesto mandarle una cantidad para la sustitución, pero no acaba de darnos un % de madera afectada, pues parece ser que él piensa que el 90% lo está). Desde nuestro punto de vista sus reclamaciones son desproporcionadas, nos está amenazando con llevarnos a los tribunales y nos gustaría saber tu opinión.
También le vendimos un lote de fachada, con la que está “encantado”, pero no hace más que comparar el “estado” de la madera de fachada y del decking; nos ha llegado a decir que la madera de la fachada es de primera y que la del decking le engañamos y es de segunda... (la materia prima de la que partimos para fabricar ambos fachada y decking es la misma).
Clima en la ciudad mencionada:
Según la Clasificación climática de Köppen modificada en 1954 por la investigadora Enriqueta García, el clima de de la ciudad es semiárido cálido. La precipitación media anual es de alrededor de 600 mm repartida principalmente en los meses de verano, siendo septiembre el mes más lluvioso del año. La temperatura media es de 23ºC. Hay un importante contraste entre las estaciones: en verano los días son calurosos con noches templadas (34/22 °C), también es común que en los días calurosos, al atardecer o anochecer se produzcan fuertes tormentas eléctricas e incluso granizo. En invierno las tardes son agradables y las noches son frías (21/9 °C), también produciéndose nieblas y lloviznas.
Durante la estación invernal, la temperatura presenta cambios pronunciados debido a la latitud y a la altitud, que hace que las masas de aire frío o frentes fríos no se mantengan estables (que avancen más al sur dando una mayor facilidad para que el aire frió se interne en la región o que el frente frió se retraiga jalando aire cálido del sur; esto hace que las temperaturas máximas aumenten de alrededor de 7 °C a más de 30 °C y viceversa de una temperatura de alrededor de 25 °C a 7 °C o menos en cuestión de horas.
La temperatura más baja de los últimos 60 años ha sido de −7,5 °C en 1983.
RESPUESTA.
Buenos días. He observado con detenimiento todas las fotos y los archivos adjuntos con notas que supongo son de vuestro cliente.
En principio no veo nada anormal respecto al estado previsible de una tarima una vez transcurridos 3 o 4 meses después de su puesta en servicio.
Efectivamente hay ciertas tablas que deben cambiarse por presentar torceduras, fisuras, nudos o astillamientos, PERO ESO ENTRA DENTRO DE LO NORMAL en el comportamiento de una tarima exterior. Tan es así que hasta la propia norma española de instalación de tarimas (UNE 56823) lo reconoce y recomienda en su apartado de mantenimiento que una vez transcurridos de 6 meses a un año tras la puesta en servicio del entarimado, se realice un repaso generalizado de fijaciones (porque también es normal que se aflojen un poco) y se aprovechen esas actuaciones de mantenimiento para cambiar o sustituir las piezas que así lo requieran. Se considera normal que hasta un 5 % de las piezas de un entarimado exterior puedan presentar desperfectos de este tipo que aconsejen su sustitución.
Esto se considera así porque el comportamiento de la madera es imprevisible y este tipo de problemas solo “dan la cara” una vez puesta en servicio la madera.
Lo que no dice la norma es a cargo de quién deben ser realizados dichos trabajos. En el área de Madrid y de Barcelona, me consta que muchas empresas instaladoras ofrecen a precios razonables en sus contratos los trabajos de mantenimiento y fundamentalmente:
- Reaplicación de productos de acabado (aceites o
lasures)
- Repaso generalizado de fijaciones (lo que no significa
que haya que apretar de nuevo todas las tablas, sino solo aquellas que lo
requieran)
- Eventuales trabajos de lijado (por ejemplo cada 3 años)
- Sustitución de piezas dañadas o de piezas que hayan
manifestado un mal comportamiento.
Otros comentarios
Lo que vuestro cliente llama manchas me da la impresión que son zonas que han quedado mal lijadas o mal cepilladas de origen por presentar la fibra ligeramente torcida o revirada respecto a la dirección de trabajo de las máquinas. En esas zonas mal cepilladas se acumulan los productos de acabado (si los hay) o el agua de precipitaciones y pueden ser también lugar de formación de mohos u hongos superficiales.
La permanencia del entarimado durante tanto tiempo en un contenedor es totalmente desaconsejable por múltiples razones que no es preciso explicar y que pueden perjudicar notablemente a la madera, pero fundamentalmente por el aumento de temperatura. También depende mucho de la situación del contenedor y su grado de exposición al sol.
Parte de los problemas del entarimado se podrían remediar realizando una selección más estricta al final del proceso de producción, ya que toda pieza que presenta una fuerte desviación de fibra, nudos etc. es proclive a presentar una vez puesta en obra problemas de aspecto (manchas), rajaduras (nudos), astillamientos en cantos y torceduras (por citar los problemas más frecuentes).
Evidentemente el comportamiento de esta misma madera como revestimiento vertical es mucho mejor que como entarimado. En un revestimiento vertical la insolación es mucho menor y el agua de precipitaciones se evacua inmediatamente. En el sistema europeo de clases de uso de la madera, los entablados de fachada se pueden asignar a una clase de uso 3.1, mientras que un entarimado exterior es casi una clase de uso 4 (en contacto permanente con el agua o con el suelo)
Finalmente te pongo a continuación literalmente un extracto de la norma UNE 56823 sobre el mantenimiento de tarimas de exterior.
7
ACABADO Y MANTENIMIENTO. COMPORTAMIENTO DE LA MADERA EN EXTERIOR
7.1 Acondicionamiento de la madera en exposición exterior
La madera colocada a la intemperie termina su proceso de acondicionamiento una vez puesta en obra. El calentamiento provocado por la insolación directa o la absorción de humedad después de un periodo prolongado de lluvias conducen a que una cierta proporción de tablas (aproximadamente el 5 % de las piezas) de un entarimado exterior, sufra alteraciones más o menos graves en función del grado de exposición, intensidad de utilización, orientación, climatología etc. Esto se debe considerar como un fenómeno normal y propio de este tipo de instalaciones.
7.2 Formación de fendas
Como consecuencia de lo anterior es frecuente que se formen fendas en la superficie de las tablas, fenómeno que se puede considerar aceptable si se mantiene dentro de ciertos límites.
Se admiten las fendas de las siguientes características:
hasta 300 mm. de longitud individual o hasta la longitud total acumulada equivalente a la longitud de la pieza;
hasta un
milímetro de anchura;
hasta 1/3
de la profundidad de la pieza.
No se admiten las fendas pasantes, los astillamientos, ni las acebolladuras.
7.2 Mantenimiento
Una vez que ha transcurrido un periodo de utilización de un año como máximo después de finalizar los trabajos de instalación, es recomendable realizar un repaso generalizado de fijaciones (afianzamiento de tirafondos, grapas u otros sistemas de fijación).
Debe aprovecharse este repaso para sustituir las piezas que presenten deformaciones irrecuperables (levantamientos de testa, curvaturas de cara y de canto) roturas, astillamientos etc.
Se recomienda repetir este proceso cada 3 años como máximo.
7.3 Alteración del color de la madera
La madera en exterior sufre alteración de su color natural por el efecto combinado de la acción del sol (radiación IF y UV) y los agentes atmosféricos, fundamentalmente el agua de lluvia.
El resultado es que en poco tiempo (meses) cualquier madera a la intemperie adquiere un tono más o menos grisáceo.
Este fenómeno se debe considerar normal y afecta a todas las maderas. Se trata de un fenómeno superficial que afecta solo a una delgada capa de décimas de mm en la superficie de la madera. Basta un lijado superficial para que la madera vuelva a quedar con su color natural. Este fenómeno no influye en la resistencia mecánica, en la durabilidad ni en las prestaciones de las tarimas de exterior a largo plazo.
7.4 Aplicación de productos de acabado
Si se quiere paliar el fenómeno de decoloración debe aplicarse un tratamiento de protección superficial.
Los productos de tratamiento superficial más eficaces para los pavimentos de madera al exterior son los que actúan a poro abierto y fundamentalmente los aceites y lasures.
Estos productos protegen la madera, retardan la pérdida de color y pueden incluir en su formulación materias activas contra la acción de los agentes xilófagos (hongos e insectos) y para mejorar la estabilidad dimensional.
Si se opta por la aplicación de un tratamiento protector se hará en todo caso respetando el sistema de aplicación, la dosificación, la periodicidad y en general las instrucciones del fabricante del producto.