Somos un almacen de materiales de construcción generalista y comercializamos madera fundamentalmente para estructuras de tejados, madera maciza de pino norte y abeto, roble y madera laminada de abeto.
El problema está surgiendo con la documentación de la madera. Según creo tengo que adjutar a la madera cuando es para uso extructural certificados de origen, de resistencia, de colas en las laminadas, garantías ....
Se me plantean varios problemas:
La madera maciza la compro a importadores y no disponen de certificados de resistencia. El problema surge con el material estocado que mantengo en mi almacen y que además es de varios proveedores.En cuanto a la madera laminada me encuentro que me dan ¨papeles¨ en alemán o en francés y tengo dudas en cuanto a su validez. Uno de los proveedores Eugen Decker me me da un certificado de AITIM que le adjunto y me dice que con eso es suficiente porque se supone que cumple las características exigidas por Udes. Pero yo veo que en el certificados ellos puedes fabricar GL-24 y GL-28, lo que me induce a pensar que deberían darme un papel específico para mis compras diciéndome qué tipo de madera es.
RESPUESTA
En relación con la madera aserrada destinada a uso estructural el requisito fundamental es que la misma debe ser clasificada con una norma reconocida y que permita la asignación de valores de resistencia para el cálculo (clase resistente). No todas las especies-procedencias tienen norma de clasificación y asignación de esta clase resistente; esto depende del trabajo de investigación que se ha realizado para cada madera en su país de origen.
Por ponerle un ejemplo sencillo: el pino silvestre (pino norte, pino valsaín, pino suecia..) puede ser, entre otras, de procedencia española o de procedencia nórdica.
El procedente de España para ser utilizado en estructuras debe ser clasificado con la norma española UNE 56544, obteniéndose de esta clasificación que ciertas piezas serán calidad ME1, otras serán ME2 o MEG (gran escuadría) y otras no serán aptas para uso estructural. Para el pino silvestre de origen español de más de 70 mm de anchura (vigas) que responde a los requisitos de la calidad MEG la norma UNE mencionada permite asignar una clase resistente C18, que es el dato que necesita el arquitecto o el ingeniero para poder calcular la estructura.
Por otro lado, el pino silvestre de procedencia nórdica debe clasificarse para poder ser utilizado en estructuras con la norma nórdica INSTA 142. Según la calidad obtenida (T0, T1, etc.) se puede asignar una clase resistente u otra.
El reconocimiento de la asignación Especie-Pais de origen-Calidad/norma de clasificación con las diferentes clases resistentes se realiza en la norma UNE EN 1912, o en algunas asignaciones reconocidas a nivel nacional, previas a su ingreso en EN 1912, dentro de las correspondientes normas de clasificación.
AITIM cuenta con un sello de Madera Aserrada Estructural, que actualmente está orientado a aserraderos, en este sello se controla el control del proceso de producción y se examina cada 6 meses la competencia de los clasificadores mediante un examen en la fábrica. Disponen de certificación actualmente 5 aserraderos, consultando con ellos podría encontrar suministro de madera clasificada para uso estructural de las siguientes especies: pino silvestre C18, pino laricio C18, abeto (picea abies) C24, pino douglas C18 y elondo D40. Puede consultar el reglamento del sello y las direcciones de estas empresas en el siguiente enlace: http://infomadera.net/sellos/sello/330
Existen otras entidades de certificación independientes que disponen de sellos análogos (CTBA, SKG, etc.)
Respecto a la madera laminada, efectivamente Eugen Decker es titular de un sello AITIM de fabricación de madera laminada, lo que significa que: está sometido a visitas de control periódicas en las que se toman muestras para la realización de ensayos y se comprueba el control de la fabricación que está realizando. El control del sello se centra en que la empresa esté capacitada para clasificar madera y para realizar encolados que cumplan los requisitos de la norma de fabricación EN 386. La clase resistente de la madera laminada en este caso es responsabilidad del fabricante, ya que podría fabricar GL24h o GL28h en función de la calidad de la madera que emplee.
Al igual que en madera aserrada en madera laminada existen otras entidades de certificación reconocidas en Francia, Alemania, etc. que disponen de sellos de calidad, que supongo que es la documentación que le hacen llegar algunos fabricantes. Obviamente la calidad o validez de cada certificación depende del grado de imparcialidad del organismo y de las pruebas que este realice para el control, por lo que en su caso puede dirigirse a ellos para pedirles información sobre el tema.
No se hasta que punto podría crear mi propia documentación basándome en la documentación que me aportan o en todo caso en unos mínimos de calidad propios de las especies que compro.