miércoles, 30 de abril de 2025

Año 1954: Guinea española alcanza la máxima exportación de madera: más de 100.000 t (más de 6.000 para exportación)



Durante el año 1954, la colonia española de Guinea ha alcanzado su cifra máxima de exportación de madera, rebasando por primera vez estos envíos ampliamente las 100.000 toneladas. El resultado logrado es consecuencia de la política forestal seguida hasta aquí por el Gobierno español, que ha otorgado recientemente más de 120.000 hectáreas de bosque a diferentes empresas nacionales mediante subasta.

Mientras que en 1951 la madera enviada a España desde Guinea pasaba poco de las 63.000 toneladas, en el año actual estos envíos exceden las 102.000. Igual marcha ascendente llevan también las exportaciones de madera manufacturadas procedentes de Guinea al extranjero, que este año que termina exceden de las 6.000 toneladas.

Del mismo modo, la madera elaborada de Guinea española, que llegó solo en la cantidad de 106 toneladas a la Península apenas hace tres años, ha alcanzado la cifra de 1.200 en el año que termina. Se trata de traviesas de ferrocarril, cuya importación en la metrópoli está en vías de rápido incremento.

A su vez, se ha incrementado notablemente las exportaciones de madera de Guinea, directamente desde nuestra colonia al extranjero. Las seis mil y pico toneladas de 1951 han pasado a ser, el año que termina, 13.575. Estas maderas se destinan a distintos países de Europa, singularmente a Alemania, que hace pedidos cada vez más importantes.

Las plazas peninsulares que mayor demanda tienen de nuestra madera colonial, Barcelona y Valencia, en el Mediterráneo, y en el Cantábrico, Santander, Bilbao, Pasajes y El Ferrol del Caudillo.


Fuente: revista Madera y Corcho Enero 1955

Qué se debe creer sobre la toxicidad de ciertas maderas (Revista Madera y corcho, 1957)

Artículo publicado por la revista Bois et Forets y traducido por Antonio Iglesias, secretario Asesor del Sindicato Maderero de Guinea.

MADERAS TOXICAS

Algunas maderas pueden provocar a veces accidentes fisiológicos en la mayoría de los casos dermatitis. Si las causas químicas o físicas permanecen hasta el día de hoy mal conocidas, todavía está establecido que en general se trata de fenómenos de sensibilización afectando a cada individuo según su propia receptividad.

Los casos tóxicos son tan raros y sus efectos molestan tan poco, que las especies incriminadas no merecen ser puestas de lado. Las precauciones para evitar tales accidentes son sencillas y de costo insignificante.

Entre los obstáculos susceptibles de retrasar el desarrollo de la utilización de las maneras tropicales se señalan a veces algunas de entre ellas que producen al trabajarlas polvos nocivos que ocasionan a los obreros irritaciones y diversas molestias patológicas. De vez en cuando son divulgadas informaciones más o menos exactas entre el público o en los medios del comercio, de la artesanía y de la industria que frenan el desarrollo de ciertas especies, haciendo que en dichos medios se tenga una verdadera desconfianza entorpeciendo los trabajos en la madera. Hemos pensado que el problema merecía ser estudiado; también nos hemos esforzado en reunir una documentación objetiva sobre la cuestión, especialmente interrogando directamente a muchos trabajadores o especialistas de la madera: forestales, aserradores, carpinteros, ebanistas, industriales, hombres de ciencia, etc. A todos agradecemos vivamente los informes que amablemente nos han suministrado. Indicaremos más adelante los principales hechos observados; después de imponer su justo valor a las exageraciones respecto de algunas especies, examinaremos sucintamente las precauciones simples que conviene adoptar para evitar los accidentes de toxicidad. Actualmente se están realizando trabajos de laboratorios bastante numerosos; sus principales objetivos son la investigación y la identificación de las maderas a las que se atribuyen sustancias toxicas o susceptibles de volverse toxicas en un momento cualquiera del trabajo que se realiza con las mismas. próximamente, esperamos estar en disposición de dar a conocer algunos resultados ciertamente positivos en un estudio sobre la captación y análisis de los polvos de madera.

HISTORIA

Es muy verosímil que desde la más remota antigüedad los trabajadores se haya comprobado que algunos de entre ellos se ponían indispuestos cuando utilizaban ciertas especies.

Es posible que los obreros del templo de Salomón sangrasen por la nariz al cepillar la madera de Teca que procedía de las Indias, o bien los emisarios de la reina Hatchepsut en Hadhramaut o en el país de Pount sintieran la imperiosa necesidad de rascarse después de haber cortado los árboles de mirra y otros de los cuales extrañan las resinas, los nardos y los inciensos de los que los sacerdotes de los faraones hacían un enorme consumo. Pero todo esto no es, aunque verosímil, nada más que hipótesis.

La primera relación que se conoce de un fenómeno de toxicidad de una madera se

encuentra en un viejo documento chino del siglo VII antes de Jesucristo: el Ping Yuan Hon Lun; el Rhus vernicifera, del cual Jos barnizadores del Extremo Oriente extraían sus barnices tan preciosos y en cuyo documento se cita que provocaban dermatitis diversas.

Plinio el Joven refiere, por otra parte, que la esencia del pino puede irritar la piel. Escribe que se ha visto a obreros que cortaban pinos tener la respiración impedida debido a la inhalación del olor de estos árboles y producir vivas irritaciones de la piel que Les impedían trabajar. Es curioso comprobar esto por las prohibiciones 1ue han sido hechas en numerosas empresas de pintura y de ebanistería, particularmente de utilizar esencias de trementina de origen sueco.

En estas empresas se denunciaron numerosos casos de dermatitis vesícula eritematosas de las manos y de la cara .. Una encuesta demostró que estos accidentes sobrevenían al sustituir, por razones económicas, una esencia de trementina de origen sueco par la esencia de trementina francesa. Resulta que la esencia sueca proviene de la destilación directa de ciertas maderas resinosas,

especialmente del género Pinus, mientras que la esencia francesa precede de la destilación de la resina. La esencia sueca contiene sustancias agresivas y sensibilizantes, terpenos en particular I que no existen o se hallan en débil cantidad en las esencias francesas.

La vuelta al empleo de las esencias francesas hizo que cesaran los accidentes observados.

Las coníferas son raramente incriminadas por los detractores que huyen de los fenómenos de toxicidad. Sin embargo, Peche he ha señalado que todas las coníferas puedan eritemas, así como también eczemas o fenómenos erisipeloides. Han sido hechas racionalmente experiencias en particular por el Dr. Raoul Bernard, quien ha demostrado la toxicidad de la esencia de pino sabre ciertos individuos. La primera observación sistemática que conocemos de un fenómeno de toxicidad imputable a la madera se debe a Jonwa, quien observó en 1893 a los obreros de los astilleros navales de la Clyde. Estos trabajan en especies muy diversas; entre ellos Jones noto que sufrían picazones y sangraban de 1a nariz. Igualmente, en el año 1893 Sternberg hizo una encuesta sistemática entre los obreros carpinteros y ebanistas de Viena en Austria.

En 1902 Oliver observo diversos casos en Edimburgo entre los obreros de los astilleros navales. Comprobó que las intoxicaciones sobrevenían con especies bien determinadas y las atribuyó a la sequoia, la madera de rosa y la madera satinada. En estos trabajos anotamos dos puntos interesantes:

1º Las maderas así acusadas están mal definidas; el problema de la identificación está mal resuelto; las etiquetas de Oliver «sequoia», «madera de rosa», «madera satinada», nos parecen muy imprecisas y no nos permiten señalar una madera bien determinada, una especie. Numerosas observaciones de fenómenos de toxicidad de la madera pierden casi todo su valor porque la madera no ha sido identificada correctamente.

2º Las maderas incriminadas son casi siempre maderas importadas; es curioso notar que las acusaciones de toxicidad han sido hechas contra las maderas procedentes del extranjero casi siempre. Por otra parte, si se dividen las especies en dos grandes grupos esquemáticos: maderas templadas y maderas tropicales, el informe de las maderas tóxicas y de las maderas no tóxicas es sensiblemente el mismo en estos dos grupos.

¿Qué especie ha adquirido mejor carta de ciudadanía entre nosotros que el roble? Sin embargo, le atribuyen numerosas molestias fisiológicas.

Por primera vez en 1905 Ewans acusa a la madera de teca de ser la autora de dermatitis diversas. La acusación se ha hecho repetidamente colocando a menudo esta madera en primer lugar entre las más toxicas.

Este lugar poco envidiable le ha sido arrebatado actualmente, al parecer, por el iroko (annang), cuya nocividad ha sido señalada desde 1914 por Loro.

El año 1907 vio la aparición en Londres de un importante informe oficial ordenado por el Gobierno Británico; en dicho informe se mencionaron todos los casos de intoxicación observados en los años precedentes. Las conclusiones son bastante ligeras, sin embargo, el autor insiste sobre el hecho de que las maderas exóticas son a menudo la causa; señala igualmente la rareza de los casos y su ligereza; prescribe a título preventivo una careta para el polvo.

Horand acusa a dos maderas en el debate en 1914: el palisandro y el castaño. No precisa de que palisandro ni de que castaño se trata, ni de donde provienen los que él ha visto provocar los accidentes.

Peche fija en 1939 una nueva orientación al asunto. Señala diversos fenómenos: flictenas debidas al nogal satinado de América, urticaria pruriginosa producida por la madera de rosa de las Indias, eczema provocado por la teca de Asia, dermatitis en forma de erisipela por el avodire y diversos fenómenos eczematiformes debidos a la madera de ámbar o humamelidea, al limonero, al olon, al makore . En fin, el zenga de las Indias es señalado como susceptible de provocar una dermatitis muy pruriginosa, molestias nerviosas y fenómenos graves que pueden provocar la muerte.

En 194ó Jones insistió en un informe sobre el hecho de que las maderas exóticas no eran las {micas capaces de provocar intoxicaciones.

Cita el roble y el haya entre las esencias que irrefutablemente han causado dermatitis y refiere casos imputables a la corteza del abedul y al castaño.

Entre las especies templadas el roble es el frecuentemente acusado. En particular es preciso citar los accidentes debidos a la «madera verde» o «roble de mayo». Cuando los cortes son muy tardíos las maderas recobran su vigor, les circula la savia y es bastante corriente observar dermatitis entre los leñadores que abaten los robles que comienzan a revivir en esta época del año.

Además del roble también han sido acusados otros arboles; entre ellos el haya, algunas veces el álamo --citado por primera vez, al parecer, por Pusey-, el castaño, la falsa acacia, el abedul. El aserrado del citiso puede provocar dermatitis, irritaciones de la garganta, vómitos, dolores de vientre, mal de cabeza, desvanecimientos y aún sincopes. El aserrado de ciertos arces produce a veces ligeros accidentes pulmonares; al parecer estos son provocados por partículas de sílice retenidas por la madera.

Todas las resinosas y el Gymnocladus en particular han sido consideradas por diversos autores como capaces de provocar irritaciones.

Parece que en la mayor parte de los casos estas irritaciones son debidas a las resinas o a las esencias.

SINTOMAS

La gama de los síntomas observados en los diferentes casos de intoxicación por la madera es bastante extensa. La mayor parte pueden provocar irritaciones de la piel o de las mucosas.

. Generalmente las partes expuestas a los polvos se ponen rojas. Después se forman hinchazones, vejigas, granos, pústulas. Estos síntomas, acompañados de ordinario por una sensación de malestar, pesadeces, una vaga somnolencia, inapetencia más o menos manifiesta, vértigos, irregularidad en los movimientos del corazón, sudores fríos, opresión retroesternal; la garganta está seca, irritada, la respiración se hace difícil; se reconocen en totalidad o en parte los síntomas de bronquitis y sobre todo de asma. Es muy importante compulsar este paralelo con el asma, observando que existe entre algunos obreros una predisposición manifiesta que se opone a la costumbre de la mayoría. Es Vechselmann quien primero habla de anafilaxia en 1909; este había notado que una importante población observada de ebanistas y carpinteros, los intoxicados par la madera, eran en su mayoría antiguos eczematosos; su primer eczema había sido contraído en circunstancias muy diversas; después de una curación aparentemente total habían vuelto a su trabajo; sensibilizados por su primer acceso eczematoso tuvieron rápidamente un segundo acceso, provocado por la inspiración de polvos de madera. Desgraciadamente las esencias causantes no fueron rigurosamente identificadas. Techselmann observó igualmente que los síntomas aparecían sobre todo en individuos débiles o mal nutridos.

Los síntomas varían de un individuo a otro; varían también en cuanto a la madera responsable. Hay probablemente un efecto especifico de tal o cual sustancia química.

La vía de entrada tiene muy ciertamente importancia, según que un mismo polvo de madera tóxica sea inalada o solamente se ponga en contacto con las manos podrá haber una intoxicación en forma de asma en el primer caso o de simples rojeces localizadas en el segundo.

Se sabe de casos que en la irritación se produjo en toda la parte del cuerpo que estuvo expuesta. Así, la madera Metopium Brownei Urban el polvo negro de la madera de Honduras británica, del Yucatán, de Guatemala, del Estado de Veracruz v de las Grandes Antillas causa una inflamación dolorosa y duradera de la parte del cuerpo con la cual haya estado en contacto. El polvo blanco de la madera de las mismas regiones madera Cameraria Belizensis, Stand: Apocynacia, causa efectos parecidos, quizá menos duraderos, pero nadie escapa a su acción; todos los que la tocan son atacados.

Los síntomas de intoxicación que pueden producirse no sobrevienen generalmente sino al cabo de un contacto bastante prolongado con la madera, del orden de varios minutos a varias horas. Sucede, sin embargo, que el paciente no se vuelve sensible sino al cabo de numerosos años de trabajo. Hay ebanistas que trabajan toda su vida sin inconveniente en maderas consideradas como tóxicas: el Angélico, la madera de Rosa, los Palisandros, y bruscamente, se vuelven sensibles y se sienten enfermos o intoxicados.

En algunos casos excepcionales es suficiente un contacto muy breve con la especie responsable para que sobrevengan las primeras manifestaciones anormales; los eucaliptus E. hemiphloia y E. maculata son temidos por los indígenas de Nueva Zelanda porque el látex que contienen sus cortezas es muy irritante para la pie] y porque por el solo hecho de aproximarse a uno de estos 3 árboles basta para provocar la explosión le bolsas de látex y la proyección de la sustancia nociva.

Generalmente las maderas frescas son las más tóxicas-. Parece que ciertas sustancias nocivas son conducidas por la savia, y estas amenguas probablemente después que la madera ha estado largo tiempo expuesta al aire, por las oxidaciones que modifican y anulan su toxicidad. En algunos casos las maderas viejas son más tóxicas que las maderas frescas; tocar viejos muebles muy usados de madera de Aroeira origina a menudo irritaciones violentas de la piel, mientras que los muebles recientes o la madera fresca no son prácticamente tóxicos; al parecer el uso de las maderas que tienen en su superficie sustancias sólidas quizá la sílice es lo que hace que se lastime la piel a su contacto.

Las molestias producidas por la toxicidad de las maderas son esencialmente dermatitis y fenómenos de intoxicación respiratoria.

Estas dermatitis están delimitadas al ejercicio de una profesión y se llaman dermatitis profesionales».

Se llaman dermatitis orto-órgicas las que se producen siempre en un individuo cualquiera bajo el efecto de las mismas causas; así, las dermatitis provocadas por las sales de cromo. Las dermatitis atribuidas a las maderas no lo son enteramente; en efecto, las mismas causas pueden no producir los mismos efectos o no producir del todo, según los individuos.

La sintomatología de las dermatitis provocadas por la madera es muy variable de un individuo a otro. Entre los factores de c1iferenciación de los síntomas se pueden anotar con certeza predisposiciones personales, como, por ejemplo, el estado más o menos graso de la piel, la raza del individuo, su sexo, sus antecedentes, etc.

Habitualmente se considera que el trabajo de la madera es sano; sin embargo, los casos de tuberculosis entre los obreros que trabajan la madera son bastante numerosos. Aun cuando son un tanto raros entre los obreros que trabajan al aire libre, como los leñadores, por ejemplo, son frecuentes entre los que trabajan en una atmósfera confinada.

Los polvos de la madera penetran en los bronquios y los pulmones y pueden causar molestias. Estas en general son ligeras, pero favorecen entre los sujetos predispuestos a la tuberculosis.

 

lnvestigación de las causas de intoxicación

La intoxicación puede ser provocada por una acción fisica, por una acción  quimica, por una acción biológica o por una combinación de estas acciones.

Las predisposiciones naturales son muy importantes, en particular las cuestiones de raza. Se ha comprobado entre los obreros europeos que sufren dermatitis o inconvenientes respiratorios debidos a la madera, que la mayoria son de tipo nórdico. El obrero de gran talla1 rub:o, de pelo claro y ojos azules es mucho mas sensible que el obrero pequeño, de pelo negro, pie! moreno y ojos oscuros.

A.notemos a este respecto dos hechos interesantes :

a) La estad1stica de las dermatitis entre profesiona:es es menos elevada en Italia

que en Belgica y en Gran Bretafia.

b) Mientras que el Iroko (A.bang) es muchas veces acusado de toxicidad en las astilleros europeos, en el Sindicato de Estudios y de Empresas del Congo, importante sociedad belga, ha hecho trabajar el Iroko d.urante mas de veinte años en sus numeerosas fábricas v serrerías de Africa, donde trabajan sobr; todo negros, sin que se haya señalado un sólo accidente.

El estado de la piel tiene igualmente su ·mportancia. Se ha comprobado que ciertas pie'es grasas retienen mas facilmente que las pie!es secas las sustancias tóxicas que son liposolubles. Par el contrario, ciertas irritaciones que al parecer son debidas a una acción mecanica, a partkulas de silice, por ejemplo, atacan mas especialmente las pieJes secas, y es que las partkulas de silice no estan detenidas par la pelicula de protección, formada por las cuerpos grasos antes de tocar la piel.

E! sexo es igualmente otro factor que hav que considerar. Al parecer, en terminos

generales, y' despues de algunos resultados que hemos podido controlar, las mujeres son mas sensibles que los hombres.

Pero el numero de estos casos es minimo, pucsto que las mujeres no se deciden apenas a trabajar la madera; tambien son insuficientes los resultados obtenidos para poder estab:ecer una conclusion formal.

El individuo que tiene o que ha tenido una enfermedad de la piel es mucho mas

susceptible que el que esta sano.

En fin, el factor limpieza personal juega igualmente ; las individuos aseados estan

menos suj etos a contraer dermatitis que los que no lo son.

Puede que exista una predisposición hereclitaria a contraer ciertas afecciones, de

!as que se puede acusar a la madera de ser responsable. un caso muy interesanfr ha sido anotado a este respecto por Spillmann ; este autor observó a un enfermo que era particularmente sensible a los polvos de la madera de Roble ; pues bien, comprobó la misma sensibilización en su tío y su abuelo paterno.

Está ahora completamente admitido que los casos de intoxicación provocados par la madera son fenómenos de sensibilización.

Longin ha podido observar a un obrero que tenía una crisis de asma cada vez y tan pronto como penetraba en una parcela de bosque de reciente exp1otación en la que se encontraban entre otras las siguientes especies: Ropinier (falsa acacia), Roble, Álamo. El hecho de que ciertos casos de intoxicación hayan podido ser tratados par extractos de maderas acusadas comas tóxicas, demuestra que se trata de fenómenos de sensibilización.

Además, se han señalado varios casos de auto vacunación de individuos sensibles; en particular de bastantes obreros que, no habiendo trabajado nunca el Iroko (Abang), se han sentido indispuestos por sus polvos, ligeramente la mayoría de ellos; la mayor parte se habitúan muy rápidamente y al cabo de algunas semanas no sienten molestias; se han adaptado. Inversamente, la sensibilización puede provenir después de cierto tiempo; por ejemplo, hemos encontrado que varios obreros que trabajan desde hace veinte años en ebanistería se volvieron sensibles de repente con maderas en que hasta entonces y en muchos años nunca habían sentido molestias tras de ellos se volvieron bruscamente sensibles a la madera de Rosa.

Fenómenos debidos a una acción física

Entre los obreros que trabajan la madera, los que practican · __ _el lijado, son los que más a menudo se intoxican con los polvos, Se comprende _ello, · puesto que al lijar es cuando se producen ·los polvos más finos.

Se podría pensar que las partículas de madera penetrantes en los bronquios y en piel cuanto más pequeñas sean, es decir, que las pequeñas partículas serían más nocivas que las gruesas. Sin embargo, no es así, y los resultados son discutidos · la influencia del tamaño -de -las partículas de polvo sobre 1os pulmones y sobre la piel son objeto de importantes trabajos que prosiguen actualmente.

En el estado actual de nuestros conocimientos se puede afirmar que en el caso de polvos fibrosos --como son los polvos minerales que nos interesan- los más peligrosos para los pulmones son los polvos de grandes dimensiones; por el contrario, estos son ordinariamente menos peligrosos para la piel que los de pequeñas dimensiones.

En. el caso de los polvos minerales (sílice, por ejemplo), las partículas más pe~

pequeñas son las más nocivas para los pulmones.

Con ayuda de las investigaciones en curso sobre las maderas tóxicas, se podrían determinar los principi0s, a partir de los cuales los polvos de cada especie se vuelven peligrosos; Límites de grosor, que condicionan prácticamente su penetración en el organismo por las vías respiratorias v cutáneas; Límites más allá de los cuales o entre los cuales las partículas son tóxicas, etcétera. Es muy verosímil que en ciertos casos existe un corte mínimo, por debajo del cual los po1vos de una madera reputada tóxica no son nocivos. En todo caso · las cantidades de polvo de madera que pueden ser inhalados hasta los bronquios o los pulmones son débiles; muchos ·polvos son demasiado gruesos para ser inhalados los que están humedecidos por las secreciones de la nariz y de la garganta, y retenidos por las mucosas, no penetran hasta los pulmones.

Acción química

Es un fenómeno de intoxicación descrito por Bisset y que es muy interesante porque la madera acusada ha sido perfectamente identificada (Dysoxylum Muelleri Benth), ha sido aislada una sustancia blanca por el Departamento de Fisiologia de la Universidad de Melbourne. Esta sustancia es al parecer, responsable de las hemorragias de la nariz y de la irritación de los pulmones, que impiden el trabajo de la madera de Anacardiácea en cuestión. El examen anatómico de la madera muestra numerosos depósitos blanquecinos en las células de las bandas parenquimatosas concéntricas. Estos depósitos aparecen como glóbu1os poco más o menos esféricos, traslucidos, apretados los unos contra los otros. Se los observa particu1armente bien en un corte longitudinal tangencial.

En Tagayasan la sustancia tóxica ha sido identificada en la chrysofanhydroanthrone.

En el árbol de la laca, es el urishiol el responsable de los accidentes; es tóxico en dosis débiles: 15 x 10 -ó cm3. En 1l Peroba amarella se ha encontrado la aspidospermina. En la Antiaris toxicaria Lesch, se han podido aislar dos sustancias que se consideran tóxicas: la antiarina y el antiarol; pero estas sustancias, que son polvos del corazón y que provocan una irritación y una hinchazón de las mucosas, se encuentran principalmente en las cortezas, siendo raras en las maderas.

Estos casos no son los {micos, en los que se han podido descubrir fenómenos tóxicos; Falta aún muchas informaciones. Se sabe, por otra parte, que uno de los polvos más activos para el organismo humano es el ácido cianhídrico, este acido ha sido · descubierto en cantidades muy pequeñas, la mayoría de las veces en más de 250 especies vegetales; entre estas las más corrientes o conocidas son:

Las Moraceas, en particular de los géneros: Ficus, Morus, Artocarpus; Leguminosas (Mimosa pudica, Tamarindus índica, Caccia, Albizzia, la Acacia farnesiana, etc.). Se encuentran también en esta lista siete Tiliaceas, seis Sterculiaceas, seis Rutaceas, entre ellas el Naranjo comúm, cinco Meliaceas, entre las cuales son Melia Azedarach L., Swietenia Macrophylla King, Disoxylum Decandrum Merr.; una Pinacea, Agathis alba Foxw., los Ebanos y la Teca.

La mayor parte de las veces el ácido cianhídrico ha sido encontrado en los extractos de hojas o en las cortezas. Algunas veces también fue hallado en la madera, pero en dosis muy débiles.

 

Intoxicación por productos anexos

Todos los accidentes señalados entre los obreros que trabajan la madera no son imputables directamente a este material.

Los casos de dermartitis debidos a la madera son menos numerosos que los debidos a los productos con los cuales se trabaja la madera, en particular soluciones de potasa o de sosa y líquidos para pulir que son a menudo a base de alcohol etílico y de alcohol desnaturalizado.

Estos líquidos provocan frecuentemente urticarias, eritemas, eczemas; los vapores del alcohol pueden irritar los ojos y provocar bastante a menudo blefaritis o conjuntivitis.

Los adhesivos a base de urea formaldehido o fenol-formaldehido son frecuentemente responsables de accidentes más o menos benignos. Las colas animales no provocan sino accidentes muy ligeros; sin embargo, la caseína mezclada puede dar una sustancia alcalina caustica capaz de irritar la piel y de provocar irritaciones que a veces, aunque es raro, producen pequeños derrames sanguíneos. Las colas sintéticas provocan accidentes más graves: el elemento formaldehido que se encuentra en su composición es esencialmente lo que le hace nocivo. Aun cuando los vapores pueden irritar los ojos, es sobre todo el contacto con el líquido lo que hay que temer.

Los barnizadores están sujetos a las dermatitis debidas a los nitratos y a los acetatos, sustancias estas que están frecuentemente disueltas en estos disolventes volátiles para constituir la base de numerosas lacas artificial es.

Muchos venenos y tóxicos provienen de los vegetales; pero raramente de sus partes de madera; lo más corriente, de las hojas y de las raíces. Se ha señalado que los negros africanos pueden extraer de la corteza de Fagara angolensis Engler (Rutácea) un veneno violento; por esta razón se ha acusado a la madera de Fagara de ser tóxica. También se puede extraer de las hojas y cortezas de Mansonia altissima A. Chev. Un veneno muy violento del que ciertos elementos constitutivos se encuentran en otras Sterculáceas; pero en la madera de esta especie no se descubierto absolutamente nada que pueda ser nocivo o tóxico.

De la corteza del Elón, la Erythrophleum guineense G. Don. Elon se extrae un veneno bien conocido de los habitantes de la costa del Golfo de Guinea. Esto hace un conocimienio de estas cortezas que toman un color rojo sangre; este conocimiento lo utilizan en los juicios que presiden los hechiceros para descubrir a los malhechores: se hace beber este líquido a los sospechosos: si es culpable, debe morir; si no es culpable, vomitara el brebaje. Como las sustancias químicas nocivas al organismo están asociados a una gran cantidad de taninos, la absorción del líquido en cuestión provoca casi siempre vómitos espasmódicos bajo el efecto de las contracciones debidas al tanino. No se ha encontrado huella de este veneno en la madera de E. guinense.

 

Tratamientos

Los tratamientos son de dos · clases · los que conciernen a las afecciones de la piel y 1os que atañen a las afecciones respiratorias.

Para las afecciones de la piel se recomiendan las cremas y los cuerpos grasos neutros. En el estado actual de nuestros conocimientos a menudo el tratamiento se reduce a dejar pasar el mal que se va aminorando en unos días.

Las afecciones del sistema respiratorio se convierten frecuentemente en síntomas asmáticos.

El tratamiento será el mismo que para el asma. Se prescriben a veces narcóticos dulces; se indican igualmente otros remedios que favorecen la relajación, aun

cuando no curan de modo permanente, sino únicamente alivian al enfermo: tabletas de epliedrin, adrenalina en inyección o en inhalación, aspirina, yoduro de potasio, etcétera.

En todos los casos, la elección del tratamiento y de los medicamentos deberá encomendarse al médico.

Se han hecho ensayos de tratamientos por la acupunci6n que ban revelado eficaces.

Quizá este método sea el mejor. Es interesante igualmente anotar que ciertos médicos han ensayado tratamientos específicos de sus enfermos con extractos de madera; Schweisbeimer cita un médico que hizo una vacuna a base de extractos combinados de tres especies que provocaban molestias a uno de sus enfermos; con inyecciones repetidas logró mantener el estado asintomático de este que podía entonces manipular y trabajar sin ninguna manifestación desagradable las maderas que antes provocaron sus males.

Enfermedades de la piel producidas por la madera (Revista Madera y corcho, 1957)

Las maderas pueden ser la causa de algunas enfermedades profesionales. Las maderas de ebano, de! cocotero, del palo de rosa y de infinitos arboles tropicales y subtropicales pueden producirlas. Pero esto a nosotros poco nos importa. Lo que a nosotros nos interesa saber, por lo que concierne a los hombres del campo espaiiol, es si en la Peninsula crecen arboles cuya madera produce nocivos efectos en la piel. Y a esa pregunta hay que responder que si. Es mas, se citan numerosas especies como perjudiciales, pero las mas nocivas son las de encina, haya y olivo. Y hasta se ha hablado de un eczema caracteristico de los leñadores.

En estos arboles existen unas resinas y unos aceites que ejercen una acción sensibilizante e irritativa sobre los que trabajan con tales maderas. Y a veces es tan fuerte esta acción que en muchas ocasiones no es necesario el contacto directo con la madera para que se produzca la enfermedad, sino que para que esta se manifieste basta con aproximarse a determinados arboles.

Claro es que a todas las personas no les sucede lo mismo, y mientras que a algunos la sola presencia de la madera les irrita la piel, otras necesitan tocarla mucho. Algunos presentan la enfermedad al principio de trabajar con esos arboles y luego el habituamiento les va mejorando. Otros. por el contrario, tardan años, hasta doce, en contraer la enfermedad.

Generalmente la madera mojada por la lluvia y recien cortada causa mas perjuicios que la seca.

¿Y en que consiste esta enfermedad de la madera? En una especie de eczema que aparece brusca o paulatinamente en las partes descubiertas del cuerpo, y mas frecuentemente en las manos, antebrazos y cara.

Se trata de un enrojecimiento de la piel en forma de erupci6n. Esta erupción se tramforma en abundantes vesiculas que suelen infectarse y producir un eczema impetinogoso. Todo esto va acompaiiado de muchos picores en las partes afectadas, de nauseas, vómitos, vertigos, sudores y frios. Y a veces se originan verdaderas bronquitis agudas y los ojos se inflaman.

En otras ocasiones, en vez de presentarse todo esto aparecen urticarias en que se busca inutilmente que alimento averiado puede haberias producido, hasta que se recuerda que el que las padece trabaja en la madera.

En cuanto al tratamiento. sabiendo que la causa de la enfermedad es la madera, lo fundamental radica en evitar nuevos contactos con ella. Claro esta que esto se dice facilmente, pero los que padecen el eczema no pueden muchas veces seguir el consejo porque este supondria para ellos tener que cambiar de profesión , decisión no siempre posible. Frente a esto y la necesidad de tener que seguir trabajando, recomendamos a los campesinos que manipulen madera, lavarse cuidadosamente al salir del trabajo para suprimir las particulas que quedan adheridas a su mano y suprimir todo lavado antes de ir al trabajo, puesto que no lavandose conservan una capa de grasa en la piel que Jes protegera luego durante el trabajo.

Tambien se debieran utilizar no solo guantes de goma, sino un equipo protector completo que se perfeccionaria con el uso de cremas de siliconas, fabricadas ya en Espana por algunas casas de productos quimicos farmaceuticos. Estas cremas actuan de ungüentos-barrera, protegiendo al trabajador contra la picadura de insectos y, sobre todo, del contacto de las sustancias nocivas y alergizantes de la madera.

Una vez brotado el eczema de la madera, el paciente debe ser separado del trabajo hasta que cure  totalmente. Si recae al incorporarse, esto es, si se produce una recidiva, debe pensar seriamente en la necesidad de buscar otro empleo en beneficio de su salud.

Doctor Octavio APARICIO.

(De "Tiempo Nuevo")

Apuntes sobre el secado de la madera (Revista Madera y corcho, 1957)


Entre la variadisima gama de productos objeto de "secaje industrial", si fuesemos a clasificarlos de acuerdo con las dificultades que presentan, al dejar eliminar la humedad contenida en ellos, no ha lugar a dudas de que la madera ocuparia uno de los primeros lugares de la clasificacion.

En nuestra Patria, por no ser precisamente un pais maderero en el sentido estricto de la palabra, no se ha prestado la debida atención a la puesta en practica de los diversos procedimientos industriales de secaje existentes hoy dia, derivados de los estudios que se han visto obligados a efectuar la mayoria de los paises en que la industria de la madera y sus derivados ocupan uno de los primeros 1ugares en sus economias nacionales.

Esto ha implicado un desconocimiento casi absoluto de la materia que nuestros industriales -los acuciados por el afan de mejorar las calidades de sus maderas- dirijan sus miradas y preferencias a la adquisicion de instalaciones de secaje en el extranjero, principalmente en America y Suecia.

Aqui, en Espana , la Empresa "Anglo Espanola de Electricidad, S. A.", viene desde hace algun tiempo dirigiendo parte de sus esfuerzos al estudio por su personal tecnico de los diversos metodos de secaje empleados en la madera por otros paises y conocidas hasta hoy dia.

PROCEDIMIENTO DE SECAJE.

El primer procedimiento empleado fue el secaje de la madera recien cortada, al aire libre (procedimiento muy en uso todavia en nt,estro pais) , y la primera consecuencia que se dedujo, fue que la misrna clase de madera, segun la epoca en que era talada, contenia mas o menos humedad, con lo que los periodos de secaje oscilaban sensiblemente, encontrandose que la madera talada en invierno contiene por termino medio de un 9 a un 12 por l00 de humedad mas que la talada en pnmavera.

La segunda consecuencia es que, segun la clase y espesor del tronco o tablon, el secaje natural puede durar meses y aun años.

A continuacion se da una idea de la duracion media del secaje de las clases de madera más empleadas aqui en Espana.

Roble.-Elsecaje puede durar de 5 a 12 meses para troncos de 30 a 100 cm. de grueso, para eliminar un 25 par 100 de humedad sobre su peso humedo.

Haya.-EI secaje puede durar desde 4 a l0 meses para troncos desde 50 a 100 cm. de grueso, eliminando humedades de un 20 por l00 sabre su peso humedo.

Olmo.-De 5 a 8 meses para troncos de 50 cm. de grueso y eliminacion de humedades de un 15 por 1 00 sabre su peso humedo.

Pino.-De 10 a 16 meses por troncos, oscilando entre 50 y 100 cm., eliminando humedades de un 50 por 100, por termino medio, sobre su peso humedo.

La madera secada al aire libre envejece debido a modificaciones quimicas y fisicas que se van produciendo en el transcurso de! proceso; una de estas es la coloracion mas oscuras 1a que va adquiriendo. Por otra parte, escasamente se deforma con los cambios atmosfericos y adquiere gran estabilidad, mayor resistencia y escasa flexibilidad, resistiendo enormemente los agentes causantes de la putrefaccion.

A fin de facilitar el secaje se acostumbra, una vez recien cortada, a seccionarla longitudinalmente en tablones y se secan formando pilas que presentan pasos grandes de aire por su interior, cubriendose las pilas para reservarlas de la lluvia.

La desecacion artific:al de la madera debe (desde el punto de vista industrial), no tan solo conservar estas propiedades de una desecacion natural, sino mejorarlas y, al mismo tiempo, acorta la duracion del tiempo de secaje.

Un sin fin de metodos se han utilizado para secarla artific ialmente, pero la mayoria de ellos no son  correctos, Ya que, como hemos significado, en el secaje no solo debe tenerse el objetivo de eliminar la humedad.

Entre los procedimientos propuestos solo hay tres que merecen destacarse por los exitos que han logrado.

En primer lngar esta el procedimiento Ihne, que primero elimina la savia y luego somete a la madera a aire muy humedo pasan do a seco a medida que el desprendimiento de humedad en la madera se hace mas exiguo.

El procedimiento Otto elimina la savia y la reemplaza por aire oronizado, envejeciendo rapidamente la madera tratada ; y tercero, el procedimiento Maurer, que consiste en emplear vapores de acido acetico, los cuales, en contacto con la savia, la destruyen las materias organicas, excluyendo a la celulosa y a la lignina; esto facilita la desecacion y elimina  los agentes putrefactores.

Antes de pasar adelante, diremos algo sabre la constitucion de la madera y sus diversos grados de humedad.

Examinando un carte transversal de un arbol, podriamos a simple vista seiialar cada una de sus partes, a saber:

En el centro se encuentra la medula, formada por celulas que, a medida que el arbol envejece,  desaparecen, quedando hueco dicho lugar.

Alrededor de la medula se van formando capas concentricas, formadas por fibras que son las que forman la madera. La zona central, mas oscura, es el corazon, y la exterior, mas clara, por donde asciende la savia, se denomina albura. Rodeando esta zona, existe una capa concentrica llamada el "cambium" o zona generatriz; mas al exterior encontramos el "liber", que es donde se hallan los canales de la savia descendente, y, por ultimo, esta la corteza, formada por una cubierta protectora.

Las maderas se clasifican en duras, blandas v resinosas desde el punto de su secaje.

Las duras son las mas reacias a ceder la humedad.

Entre este grupo encontramos y citaremos la encina, el roble, boj, castaiio, nogal. haya y fresno. , .

Las maderas blandas se secan mas rápidamente que las anteriores y pertenecen a este grupo: el álamo, abedul, platano, tilo, eucalipto, chopo, etc. Las maderas resinosas, tales como el cedro, abeto y las diversas clases de pino, se secan con relativa facilidad.

Las maderas duras, debido a su constitucion porosa y tener la materia leñosa más desarrollada, son más delicadas; por tanto, dehen observarse mayores precauciones que en las blandas y que en las resinosas.

Antes de proceder al secaje de la madera, es indispensable conocer su grado de humedad y el que debe quedar una vez secada, de acuerdo con el fin industrial a que se le destina.

La cantidad total de agua en la madera se encuentra:

1º A traves de vasos y canales, la cual ha sido absorbida por capilaridad y se encuentra libre y movil en el interior de! tronco.

2º La que se ha adherido en las paredes de las celulas.

3º El resto, formando parte de los atomos constitucionales de la madera. -

De estas tres formas en que se halla el agua, solo podremos eliminar la primera y segunda, siendo  imposible la eliminacion del agua dispuesta en la tercera forma.

Practicamente se ha encontrado que las maderas duras al aire libre no pueden secarse más alla de un 12 a un 15 por 100, y la blanda hasta un 10 por 100; efectuado el secaje artificialmente podrfamos llegar a eliminar toda la cantidad de humedad, pero debemos tener en cuenta que la madera, por ser higroscópica, volvería a absorber del ambiente cierta cantidad de humedad, dependiendo su alcance segun sus caracteristicas físicas.

DEFECTOS OCASIONADOS POR SECAJES MAL EFECTUADOS.

En toda clase de secaje, tanto si es natural como si es artificial. aparecen inevitablemente deformaciones en la madera, ya que al ir quedando exenta de humedad, la madera sufre una serie de contracciones que no son identicas en todos sentidos, cuya consecuencia es que los tablones se curven. La madera cortada en secciones rectangulares y cuadrados pasa a secciones de forma rombica irtegulares, etc. Estas deformaciones adquieren proporciones en cuanto la humedad de la mad era pas a del 30 al 20 por 100, por lo que conviene regular la marcha de! proceso, disminuyendo la velocidad en este intervalo, pasado el cual podemos volver a acelerarlo.

El secado demasiado rapido, ocasiona resquebrajamientos interiores, ya que 1a humedad circula desde el centro a la periferia en funcion de las temperaturas, provocando diferencias de tensiones en las fibras que si son mayores que las que pueden soportar, se rompen provocando grietas, que si son exteriores o interiores, pueden ser las primeras corregidas, mientras que no pueden serlo las segundas.

DESECACION POR EL METODO IHNE

De los tres metodos que se usan más comunmente "Ihne", "Otto" y "Maurer". daremos una breve explicacion del funcionamien to del Ihne. que consideramos de mas ventajosa aplicacion y por lo tanto de mas extensivo uso.

Consiste: Primero, en someter a la madera a un proceso de humidificación, el cual se consigue en contacto con una atmósfera saturada de vapor de agua y a una temperatura elevada durante cierto tiempo en función del contenido de humedad inicial en la madera, y a temperaturas que oscilan entre 40 Y 60 ºC.

En esta prirnera fase la humedad del aire disuelve la savia y eguilibra las tensiones intcriores, a fin de facilitar la segunda fase, o sea el secado propiamente dicho.

Esta segunda fase comienza con humedad y temperaturas del orden dado anteriormente, disminuyendo progresivamente la humedad y aumentando la temperatura, hasta la fase final del secado.

Este proceso puede durar de 7 a 20 dias, dependiendo su duracion de la naturaleza y propiedades fisicas de la madera. Por regla general. como se ha dicho antes, las maderas duras y porosas tardan mas, y las blandas y resinosas son las que secan mas facilmente.

Durante ei proceso se ban de efectuar varias comprobaciones de la marcha del desprendimiento de humedad, a fin de acelerar diminuir la rapidez del secado.

Dicho sistema tiene la ventaja de que si la causa de un seca do demasiado rapido se rotan deformaciones o resquebrajaduras, puede darse marcha atras, es decir. en vez de secar volver a humidificar, con lo cual se consigue la mayoria de las veces enmendar los defectos.

Al empezar el secado, debe tenerse especial cuidado de que los tablones o maderas sean del mismo espesor y de una misma clase ce madera y posean asimismo igual longitud y anchura, pues es necesario que posean todos la misma humedad inicial y este similarmente repartido en toda su seccion. Conviene asimismo proceder a tapar o pintar los extremos de los tablones para evitar grietas.

Los secaderos pueden ser continuos, llamados de tunel, o bien intermitentes, de camara.

En los primeros, los tablones se apilan en plataformas moviles, que van moviendose lentamente a traves del tunel y en los segundos las plataformas quedan fijas, hasta el final del secado.

La madera, en la plataforma, debe apilarse por capas, separadas cada una por varillas de madera de grueso umforme, a fin de facilitar el paso del aire, y pudiendo distanciarse hasta l m. una de otra. De todos modos se procura que la distancia sea moderada, a fin de que no se deformen los tablones de las capas inferiores por el peso de las capas superiores. Se acompaña un croquis de la disposicion mas favorable de los tablones en el secadero, asi como la distribución del aire caliente en el mismo.

EQUIPO DE SECAJE.

El equipo de secaje consistira: en un generador de vapor, con tubos repartidos en el interior del secadero, para dar humedad en forma de vapor cuando convenga; un elemento de calefaccion, destinado a mantener la temperatura del aire en el secadero, en el punto necesario un ventilador con caudal y presion adecuada para proceder a una energica renovacion, a fin de mamener constantes la temperatura y humedad requeridas.

Una red de conductos prevista para poder obtener aire del .exterior, recirculado, o bien mezcla de ambos, y por último, unos termometros y psicometros para mantener las humedades y temperaturas dentro del limite aconsejable.